Pampa, Violencia, Nación (agosto, 2022) es una investigación artística que aborda a la brutal Guerra del Paraguay como episodio histórico y sus ecos, en su relación imprescindible para entender la construcción de la idea del paisaje pampeano en la Argentina y la conformación del cono sur como lo conocemos.
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La Guerra del Paraguay fue la más grande que vivió el Cono Sur en nuestra historia. Es una de las guerras más importantes del Siglo XIX, junto a las napoleónicas, la de Crimea y la de secesión en USA. Además, fue la primer guerra documentada de Sud América.
El militar, diplomático, escritor, y pintor Jose Garmendia, acompañó a Modesto González, Adolf Methfessel y Cándido López -el más famoso y reconocido por ello- en la representación de la Guerra del Paraguay. Los hermanos Bate, norteamericanos, participaron como cronistas de guerra para el ejército uruguayo. Acompañados por la tropas, fotografiaron los avances de las batallas.
Desarrollé para este proyecto, una instalación de collage expandido, para la que produje una serie de acuarelas, basadas de forma más o menos directa, en las imágenes producidas por Garmendia, Methfessel y los Bate. En verdad, muchas ilustraciones eran reinterpretaciones pictóricas de las fotos de los hermanos Bate en una apropiación a veces no explicitada. Algunas de las escenas de mis acuarelas son escenas ficticias, que podrían (o no) haber sucedido.
Además produje una pieza de sonido que acompaña a la instalación, que puedes escuchar en al inicio de este dossier.
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El episodio dos de este proyecto existió dentro de “Bordear lo inabarcable, intuir lo indivisible”. Pampa, Violencia, Nación, capítulo 2 (septiembre, 2023) fue una ocasión para remasterizar el proyecto, en un formato muy diferente a como lo había presentado anteriormente. Fue en Estudios 783 de San Telmo, en Buenos Aires.
Para esta segunda ocasión armé con la ayuda invalorable del equipo de Laboratorio ISLA un formato distinto. Dispuse a la mesa (más grande y con más imágenes que en el primer episodio) pero ahora suspendida en el aire. Además, el espectador al entrar a la sala, en principio, no dimensionaba la entidad de lo que iba a ver; luego, al acercarse, se lo obligaba a escalar unos peldaños de una pequeña escalera para poder observar el trabajo,
La mirada obligada del espectador, que tenía que asomarse a una vorágine de imágenes en un plano aberrante y rasante, volvía al fondo de la mesa distante y oblicuo de la mesa, a una lejanía en la que no se podían identificar con claridad las imágenes, pero si verlas en una amplitud como un horizonte, así como un ojo que pudiera ver una pampa inabarcable o una línea de vegetación y cielo enlazadas.
La imposibilidad del asir simple de la historia, la necesidad del espectador de esforzar el trabajo del mirar, la mirada distante que imposibilita la claridad de lo observado, podía generar en el espectador molestia e intolerancia, aceptación o incluso disfrute.
Pampa Violencia y Nación compartía la sala con los trabajos de Alejandro Elía sobre la Patagonia y los de de Sofia Abt sobre Tierra del Fuego. Algunos enlaces nuevos se aproximan.